Flujo de caja neto: ¿Qué es y cómo impacta a la empresa?
Introducción
El Flujo de caja neto o estado de flujo de efectivo (“cashflow”) hace referencia a todas las entradas o salidas de dinero que una empresa, inversión o proyecto posee durante un período de tiempo determinado. El Flujo de caja neto surge como una herramienta esencial para el análisis de la salud financiera de la empresa en cuestión y para entender su viabilidad como proyecto y es una herramienta que, pese a que hasta hace poco únicamente era conocida por los profesionales financieros y los equipos de firmas de inversión, cada día se está haciendo más conocida entre los pequeños empresarios y gestores.
El flujo de caja neto se centra en demostrar la liquidez real que puede tener una organización, proyecto o inversión. Es decir, da a conocer la cantidad de efectivo que puede ser utilizado para realizar pagos como, por ejemplo, a proveedores, salarios, deudas, intereses, entre otros. Cabe recalcar que el Flujo de caja neto se centra únicamente en todos aquellos movimientos (entradas o salidas) que sean netamente dinero en efectivo. Es decir, cobros o pagos que se efectúan con dinero, dejando de lado a todos aquellos registros en forma de deudas por cobrar, deudas por pagar, intangibles, o que no implican salida o entrada de caja o efectivo. Es decir, deja a un lado los registros contables.
El Flujo de caja neto y su uso para realizar diversos análisis exhaustivos no pueden faltar dentro de una entidad ya que permite mejorar la eficiencia en la toma de decisiones de la empresa por medio de evaluaciones sobre la capacidad de generar efectivo y las medidas que representan la solidez financiera o liquidez de una organización.
En este artículo, exploraremos los flujos de caja a detalle, considerando su importancia, tipos, usos e interpretaciones que puedan ser provechosos para el desarrollo y conocimiento de empresas. También se proveerá con ejemplos del día a día.
Importancia del flujo de caja neto en la empresa
Como se ha mencionado, el Flujo de caja neto es una de las principales herramientas para hacer seguimiento y medir el rendimiento financiero y de tesorería de una organización. Dentro de este, se deben ir registrando aquellos movimientos de dinero que representen ingresos y salidas en el momento que se van efectuando. La diferencia entre estos dos (ingresos – salidas) refleja finalmente el resultado neto. Es decir, si la empresa está generando o ingresando más dinero del que está gastando, o viceversa.
En caso de que el resultado de esta operación sea negativo, será prudente analizar las estrategias de venta, comerciales o los gastos asociados que se puedan estar dando de más o sus razones para existir. De esta forma se podrá evitar cualquier tipo de problema que pueda surgir y afectar la continuidad de las operaciones de la entidad. Por otro lado, si el resultado es positivo, se analizará lo que se podrá hacer con dicho dinero y evaluar la capacidad que la empresa tiene para cumplir con sus obligaciones financieras con relación a su liquidez. De esta manera, se puede evitar el endeudamiento ya que se sabrá si la empresa tendrá lo necesario para pagar una deuda momentos antes de adquirirla o como opción alternativa se podrá analizar decisiones de inversión o reembolso de dividendos a inversores.
Al ser un registro de entradas y salidas durante un período específico de tiempo, los gerentes o encargados pueden tomar decisiones fundamentales con respecto a estrategias dependiendo de los momentos en los que existe escasez o abundancia de liquidez.
El Flujo de caja neto también permite poder realizar planificaciones a largo plazo y proyecciones sobre el negocio en general o sobre un proyecto de inversión en concreto. Mediante las planificaciones, la empresa podrá llegar a nuevas estrategias y crear balances de caja como contingencia en caso de que situaciones adversas aparezcan, saber en qué deben gastar o invertir, qué dinero destinar al ahorro y en qué momento del año es mejor realizar cada operación.
Es de suma importancia destacar que los flujos de caja son informes que los inversores y prestamistas solicitan en todos los casos, por lo que mantener a la empresa saludable en el sentido financiero dará una buena cara al momento de necesitar inversión. Demostrará ser un proyecto viable.
Entendiendo los diferentes tipos de flujo de caja neto
Existen tres tipos principales de flujo de caja neto dentro de una empresa. La diferenciación de estos ayuda a analizar en qué sector u operación se está ingresando o gastando el efectivo y con esto poder mejorar la toma de decisiones. Los tres tipos de Flujo de caja neto son los siguientes:
Flujo de caja operativo
El Flujo de caja neto operativo es aquella medida financiera que registra los movimientos de efectivo que tienen que ver con las operaciones o actividades comerciales principales de la empresa durante un período determinado de tiempo. Es decir, determina la capacidad de una empresa de obtener liquidez a través de las operaciones del día a día, es decir las entradas de caja derivadas del negocio, (ventas, subscripciones etc), y las salidas de caja derivadas de operar el negocio (salarios, impuestos, alquileres etc), descartando todas aquellas que sean relacionadas con financiación o inversiones.
El Flujo de caja neto operativo se puede calcular de distintas maneras. Sin embargo, la manera más común de calcularlo es a partir del estado de pérdidas y ganancias de la empresa. La fórmula para obtener el resultado del Flujo de caja neto operativo es la siguiente:
Los ingresos operativos representan aquellos que provienen de la venta de bienes o servicios de la empresa, mientras que los gastos operativos son costes de los bienes, producción, venta, administrativos y todo lo relacionado a las operaciones principales de la entidad. Los cambios en el capital de trabajo se agregan o restan dependiendo de si son activos como cuentas por cobrar o inventarios, o pasivos como cuentas por pagar.
El Flujo de caja operativo es fundamental para analizar si la empresa está cubriendo sus costes operativos con su actividad principal. Saber esto es sumamente importante para la sostenibilidad a largo plazo, continuar con las operaciones y saldar sus deudas. También es importante para los inversores ya que demuestra la rentabilidad de la actividad a la que se dedica la empresa y caer en cuenta de si la gestión es efectiva o si existen fallas en las estrategias operacionales o comerciales.
Flujo de caja de inversión
El Flujo de caja de inversión es aquel que muestra las entradas y salidas de capital relacionadas a las actividades de inversión que una empresa realiza. Las inversiones financieras que se realizan están usualmente atadas a instrumentos financieros como pueden ser los activos a largo plazo o compra y venta de activos no circulantes como bienes de capital, equipos, inversiones en otras empresas, dividendos, propiedades, entre otras. En resumen, son los ingresos o salidas provenientes de actividades relacionadas a distintos instrumentos financieros.
Este Flujo de caja neto supone importancia dentro de la posición de liquidez de la organización y ayuda a los encargados de realizar la toma de decisiones a saber si es el momento óptimo para invertir o vender los activos en caso de necesidad de hacerlo.
En el sentido del flujo de caja de inversión, si éste es negativo, no necesariamente tiene que demostrar un problema ya que esto significaría que la empresa se encuentra invirtiendo significativamente para su desarrollo y expansión. Por otro lado, el Flujo de caja neto de inversión positivo indicaría que la entidad se encuentra deshaciéndose de activos o recibiendo pagos por estos.
Flujo de caja de financiamiento
El flujo de caja de financiamiento es en este caso la medida financiera que la empresa está generando por entradas o salidas de efectivo por actividades netamente de financiamiento. Es decir, por operaciones para financiar a la propia empresa como obtención de préstamos, emisión de bonos o deuda, emisión de acciones, etc. Mientras que los salidas podrían ser consideradas las actividades como el pago de dividendos, el pago de los préstamos solicitados, el pago de intereses y la recompra de acciones.
La importancia de este análisis en la empresa gira en torno a que da la posibilidad de realizar una evaluación de la efectividad de las decisiones de financiación que la organización en cuestión se encuentra realizando. Un flujo de este tipo negativo puede significar que la empresa se encuentra pagando intereses, dividendos, o repagando préstamos. Por otro lado, el Flujo de caja neto de financiamiento positivo significa que la empresa se ha financiado de manera externa a través de aportaciones de capital de los socios, o préstamos, solicitados para poder cumplir con sus responsabilidades financieras.
Este tipo de Flujo de caja neto es relevante para dar una imagen de la estructura de capital de la empresa y de la manera en la que está logrando llevar a cabo sus proyectos mediante financiamiento externo. De la misma forma, es de interés de los inversionistas para saber la posición deudora o acreedora de la empresa y cómo está administrando estas operaciones financieras.
Impacto en la rentabilidad de una empresa
El Flujo de caja neto se encuentra estrechamente relacionado con la rentabilidad de una empresa u organización. Dentro de la empresa, existe tanto la rentabilidad contable como la rentabilidad real. Entre estas dos, existen una serie de diferencias que hay que tener en consideración debido la confusión y toma de decisiones poco efectiva que puede conllevar la mala interpretación entre ambas.
En primer lugar, la rentabilidad contable es aquella que se refleja directamente en el estado de resultados (Estado de pérdidas y ganancias). Está evidenciada como un porcentaje, el cual surge de las utilidades netas y su relación con los ingresos totales. Es verdad que esta es una demostración de la eficiencia del uso de los recursos para generar beneficios, no obstante, tiene diversas limitaciones ya que está influenciada por gastos e ingresos no efectivos o que no implican movimientos de caja (ni entradas ni salidas) como pueden ser las depreciaciones, amortizaciones entre otras que pueden alterar la naturaleza o veracidad de los resultados deseados.
La rentabilidad basada en el estado de flujo de efectivo o también llamada rentabilidad real descarta todos aquellos ingresos contables que no se han realizado aún o por lo menos no en el momento de tomar las decisiones estratégicas necesarias para el buen funcionamiento del negocio. El enfoque en este caso se encuentra en las operaciones comerciales, en donde se debe producir las ganancias principales de la empresa. De esta forma, se utiliza una visión más precisa para que de la misma manera, la toma de decisiones tome precisión de la misma manera y provocar una rentabilidad sostenible. Y así, se demuestra a los inversores e interesados la salud financiera la empresa.
Lo más adecuado es encontrar el punto óptimo entre ambos tipos de rentabilidad y trabajar en conjunto con ellas. Se pueden obtener métricas financieras o KPIs para que la toma de decisiones y la gerencia se optimicen.
Ejemplo práctico del Flujo de caja neto en una empresa
A continuación, os presentamos un caso práctico para mayor entendimiento de cómo funcionan los movimientos del efectivo dentro de una empresa y cómo estos se registran en el estado de Flujo de caja neto.
Una empresa de muebles generó 14.000€ en efectivo por la venta de sus productos durante el mes de agosto. Después, para mejorar la calidad de sus muebles, compraron equipos de última generación valorados en 7.000€. Finalmente, la empresa solicitó un préstamo por 3.000€ el cual les fue concedido.
Analizando estos datos, vemos que los 14.000€ que ingresaron por venta representan un Flujo de caja neto operativo positivo, luego tenemos 7.000€ de inversión en equipos los cuales significan un Flujo de caja neto de inversión negativo al haberle pagado al proveedor por estos, y finalmente un Flujo de caja neto de financiamiento positivo al haber recibido 6.000€ por el préstamo.
Dado esto, el Flujo de caja neto de la empresa para ese periodo en concreto resulta en un valor positivo de 13.000€ debido a la suma del flujo operativo y de financiamiento, y la resta del flujo de inversión. El resultado positivo indica que la empresa de muebles ha generado más efectivo del que ha gastado en dicho período de tiempo. La empresa, por lo tanto, se encuentra en un estado estable de salud financiera (En este ejemplo simplificado). Con este valor positivo, la empresa podría pagar sus obligaciones financieras, realizar inversiones o reinvertir en el mismo negocio para su crecimiento más adelante.
Conclusión
En conclusión, el flujo de caja neto es una herramienta financiera usada para medir principalmente la liquidez y salud financiera de una empresa, proyecto o inversión. Los flujos de caja solo registran las entradas y salidas de capital que han sido efectuadas. Existen tres tipos de flujos de caja: operativo, inversión y financiamiento. Es comúnmente usado por las empresas para demostrar su rentabilidad real tanto a inversores como a los mismos miembros con el fin de realizar una toma de decisiones más eficiente.
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